La policía china rescató a 382 bebés recatados de las
redes que trafican en internet. Los responsables de
estas redes se hacían pasar por falsos centros de adopción o acogida de
menores. El tráfico de personas sigue siendo una práctica ilegal extendida en
China, tanto en el caso de secuestros de menores como el de mujeres jóvenes. Las
jóvenes son vendidas a solteros para contraer matrimonio, a miles de kilómetros
del lugar donde fueron secuestradas; mientras que los niños varones, son dados
en adopción a parejas sin hijos a cambio de grandes sumas de dinero. En estas
víctimas, la Iglesia ve el rostro de Jesucristo, dijo el Papa Francisco a los dieciséis
nuevos embajadores el pasado diciembre.
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